Acabo de ver por la tele los entrenamientos libres de hoy Jueves para el GP de Mónaco 2009. Reconozco que me siento un poco raro de estar viendo ésto por la tele, lo que un amigo mío resume asi : "A lo bueno uno se acostumbra rápido..."
La historia de mi enamoramiento con Mónaco empieza hace muchos años, cuando por la tele en blanco y negro y en mi Buenos Aires natal veía el GP de Mónaco en las épocas de Reutemann, desde la primera vez que lo ví me pareció fabuloso y se me caía la baba viendo en especial esta carrera. Siempre fue algo único, diferente de otras carreras.
Secretamente soñaba con poder estar allí algún día, cosa que sonaba a imposible en aquellas tardes de invierno en mi barrio, pero si algo soñé desde siempre fue poder ver Mónaco en persona.
Las vueltas de la vida hicieron que éso fuera posible en el 91, y principalmente gracias a Javier del Arco que me consiguió un pase de fotógrafo para ir con el a semejante carrera. Fue mi debut allí, y ni me lo podía creer estar caminando por La Rascasse, Tabac, Mirabeau, o tantos rincones que me sabía de memoria de tanto mirar y estudiarme cada foto que veía de Mónaco. De mas está decir como disfruté aquel año, cuando aún no había alambradas a lo largo del circuito y era posible estar tan cerca de los coches que me dolían los oídos cuando pasaban, pero ponerse tapones? Jamás, para una vez que estaría allí...
Pude verle los ojos a Senna, Mansell, Prost, etc cuando salían de la chicana, me asusté cuando pasó el primer coche estando yo pegado al guar-rail a la salida de la curva del Casino, pude ir y venir de la parte baja a la alta del circuito gracias a unos desconocidos ascensores que Javier conocía muy bien, y así evitarme unas caminadas brutales, y sacar algunas fotos enfocadas de las cientos que saqué como el culo...Pude ver el asfalto agujereado por los F1 en la época que cuando tocaban con el fondo levantaban chispas. Aquella vez volví de Mónaco emocionado por todo lo que viví en esos días, pero con una idea en la cabeza : Estos tipos están locos de correr ahí !!! Y los que van a verlo igual de locos, el ruido es increíble y lo cerca que pasan los coches reconozco que a mí me tenía medio cagado de miedo. En entrenamientos estaba tratando de hacer alguna foto en la salida de las piscinas, y francamente me dió miedo quedarme ahí, era demasiado peligroso aún detrás del guardrail. Decidí irme caminando rumbo a Tabac y hacia la chicane del puerto. Solo unos minutos despues Alex Caffi se pegó un hostión en ese mismo punto que me confirmó lo peligroso del lugar, verlos pasar tan cerca asusta de verdad. Fue un sueño cumplido y estar allí fue mejor y mas espectacular que cualquier cosa que pudiera imaginarme antes.
Mas vueltas de la vida y a partir del 97 empiezo a hacer exposiciones en Mónaco cada año, primero en Hotel de París, luego en Le Metropole, y mas tarde en las instalaciones del Yatch Club de Mónaco donde tiene lugar cada año el F1 Paddock Club ( PC ). Esto fue hasta el 2008, para este año del PC cambió de criterio y decidieron no tener exposiciones de pintura en sus eventos en cada circuito, y es por éso que este año no habrá viajes a las carreras, en principio es este año, veremos que pasa en el futuro...
Por éso me siento un poco raro, me había acostumbrado a ir cada año a Mónaco...El avión cutre de Air Litoral que me llevaba a Niza, mi amigo taxista francés Aurelien, que me recogía en el aeropuerto y me llevaba a Cap Ferrat en su Mercedes mientras hablábamos de Almodovar y su nueva película ( un auténtico fan suyo ), calor, lugares increíbles, cochazos por todos lados, rubias con silicona, expectativas de un fin de semana divertido.
Reconozco que alguna vez me quejé de tener que viajar otra vez, pero mas que nada era por todo el rollo de aeropuertos y esperas, una vez que llegaba a Mónaco se me olvidaba todo y estaba listo para disfrutar de estar allí. Hasta los atascos para entrar o salir del circuito me los tomaba bien y siempre consideré ser un privilegiado por estar allí cada año.
Caminar por el circuito para hacer fotos para próximos cuadros era una ceremonia que me gustaba mucho hacer, y rascar con la uña los pianitos donde quedaba la goma acumulada, o revisar todos los carteles con publicidad del lado de adentro de las curvas, comprobando como mas de uno le había pegado un "ruedazo", dejando la huella negra del impacto. Las pasadas de frenadas marcadas en el asfalto, o comprobar como la gente esperaba un autobús en lo que era la curva del Hotel Loews, mientras pasaban por allí coches en ambas direcciones rumbo al Casino unos, rumbo al puerto otros, justamente por la misma curva donde hacía apenas minutos los F1 pasaron a toda velocidad....Siempre fue único.
Nunca jugué en el Casino, pero conocía un secreto túnel por debajo de la pista utilizado para unir el Casino con el Hotel de París, frecuentado por mas de un famoso que al salir del Casino no quería verse retratado rumbo a su habitación con alguna copa de más.
Me empaché de ver coches guapos y carísimos, y hasta el príncipe Alberto vino a mi exposición, donde previamente vinieron unos señores con gafas negras y revisaron toda la sala para asegurarse que era un lugar seguro para Albertito.
Solo me faltó poder entrar a una de las mas grandes fiestorras que se hacen los Domingos a la noche en los barcos. El año pasado lo intentamos, pero pese a estar en la lista de invitados del dueño del team Force India, no pudimos entrar porque ya el barco estaba lleno. Lo divertido fue la discusión entre la amable señorita que rebotaba gente y el padre de Christian Horner ( team principal de Red Bull ), quien tambien estaba invitado y viendo que no podría entrar le largó a la chica : " O invitan menos gente o se compran un barco mas grande", que teniendo en cuenta que este señor tiene el yate mas grande de Europa, tuvo gracia la cosa...
Otro aspecto no menos importante es que al no ir a las carreras, especialmente Mónaco y Silverstone, tendremos menos oportunidades de vender hermosos cuadros de F1, que allí se vendían muy bien, y por lo que la famosa crisis atacará tambien por aquí, y muy a mi pesar...
Resumiendo, hoy cuando miraba los entrenamientos por la tele, pude ver como hay dos edificios nuevos que harán aún mas agobiante para los pilotos este circuito. Me encontré mirando por la tele si había cambios de un año a otro, y ahí me di cuenta que este año extrañaré no estar allí, sólo espero ver una buena carrera por la tele, que tratándose de Mónaco bien puede ser a pesar de lo lento, angosto y revirado del trazado, siempre en Mónaco pasan cosas inesperadas, y pasarán aunque lo mire desde Barcelona...snif, snif...Nos preparamos para ver el circuito mas guapo del mundial, o no?
El ex pintor monegasco
La historia de mi enamoramiento con Mónaco empieza hace muchos años, cuando por la tele en blanco y negro y en mi Buenos Aires natal veía el GP de Mónaco en las épocas de Reutemann, desde la primera vez que lo ví me pareció fabuloso y se me caía la baba viendo en especial esta carrera. Siempre fue algo único, diferente de otras carreras.
Secretamente soñaba con poder estar allí algún día, cosa que sonaba a imposible en aquellas tardes de invierno en mi barrio, pero si algo soñé desde siempre fue poder ver Mónaco en persona.
Las vueltas de la vida hicieron que éso fuera posible en el 91, y principalmente gracias a Javier del Arco que me consiguió un pase de fotógrafo para ir con el a semejante carrera. Fue mi debut allí, y ni me lo podía creer estar caminando por La Rascasse, Tabac, Mirabeau, o tantos rincones que me sabía de memoria de tanto mirar y estudiarme cada foto que veía de Mónaco. De mas está decir como disfruté aquel año, cuando aún no había alambradas a lo largo del circuito y era posible estar tan cerca de los coches que me dolían los oídos cuando pasaban, pero ponerse tapones? Jamás, para una vez que estaría allí...
Pude verle los ojos a Senna, Mansell, Prost, etc cuando salían de la chicana, me asusté cuando pasó el primer coche estando yo pegado al guar-rail a la salida de la curva del Casino, pude ir y venir de la parte baja a la alta del circuito gracias a unos desconocidos ascensores que Javier conocía muy bien, y así evitarme unas caminadas brutales, y sacar algunas fotos enfocadas de las cientos que saqué como el culo...Pude ver el asfalto agujereado por los F1 en la época que cuando tocaban con el fondo levantaban chispas. Aquella vez volví de Mónaco emocionado por todo lo que viví en esos días, pero con una idea en la cabeza : Estos tipos están locos de correr ahí !!! Y los que van a verlo igual de locos, el ruido es increíble y lo cerca que pasan los coches reconozco que a mí me tenía medio cagado de miedo. En entrenamientos estaba tratando de hacer alguna foto en la salida de las piscinas, y francamente me dió miedo quedarme ahí, era demasiado peligroso aún detrás del guardrail. Decidí irme caminando rumbo a Tabac y hacia la chicane del puerto. Solo unos minutos despues Alex Caffi se pegó un hostión en ese mismo punto que me confirmó lo peligroso del lugar, verlos pasar tan cerca asusta de verdad. Fue un sueño cumplido y estar allí fue mejor y mas espectacular que cualquier cosa que pudiera imaginarme antes.
Mas vueltas de la vida y a partir del 97 empiezo a hacer exposiciones en Mónaco cada año, primero en Hotel de París, luego en Le Metropole, y mas tarde en las instalaciones del Yatch Club de Mónaco donde tiene lugar cada año el F1 Paddock Club ( PC ). Esto fue hasta el 2008, para este año del PC cambió de criterio y decidieron no tener exposiciones de pintura en sus eventos en cada circuito, y es por éso que este año no habrá viajes a las carreras, en principio es este año, veremos que pasa en el futuro...
Por éso me siento un poco raro, me había acostumbrado a ir cada año a Mónaco...El avión cutre de Air Litoral que me llevaba a Niza, mi amigo taxista francés Aurelien, que me recogía en el aeropuerto y me llevaba a Cap Ferrat en su Mercedes mientras hablábamos de Almodovar y su nueva película ( un auténtico fan suyo ), calor, lugares increíbles, cochazos por todos lados, rubias con silicona, expectativas de un fin de semana divertido.
Reconozco que alguna vez me quejé de tener que viajar otra vez, pero mas que nada era por todo el rollo de aeropuertos y esperas, una vez que llegaba a Mónaco se me olvidaba todo y estaba listo para disfrutar de estar allí. Hasta los atascos para entrar o salir del circuito me los tomaba bien y siempre consideré ser un privilegiado por estar allí cada año.
Caminar por el circuito para hacer fotos para próximos cuadros era una ceremonia que me gustaba mucho hacer, y rascar con la uña los pianitos donde quedaba la goma acumulada, o revisar todos los carteles con publicidad del lado de adentro de las curvas, comprobando como mas de uno le había pegado un "ruedazo", dejando la huella negra del impacto. Las pasadas de frenadas marcadas en el asfalto, o comprobar como la gente esperaba un autobús en lo que era la curva del Hotel Loews, mientras pasaban por allí coches en ambas direcciones rumbo al Casino unos, rumbo al puerto otros, justamente por la misma curva donde hacía apenas minutos los F1 pasaron a toda velocidad....Siempre fue único.
Nunca jugué en el Casino, pero conocía un secreto túnel por debajo de la pista utilizado para unir el Casino con el Hotel de París, frecuentado por mas de un famoso que al salir del Casino no quería verse retratado rumbo a su habitación con alguna copa de más.
Me empaché de ver coches guapos y carísimos, y hasta el príncipe Alberto vino a mi exposición, donde previamente vinieron unos señores con gafas negras y revisaron toda la sala para asegurarse que era un lugar seguro para Albertito.
Solo me faltó poder entrar a una de las mas grandes fiestorras que se hacen los Domingos a la noche en los barcos. El año pasado lo intentamos, pero pese a estar en la lista de invitados del dueño del team Force India, no pudimos entrar porque ya el barco estaba lleno. Lo divertido fue la discusión entre la amable señorita que rebotaba gente y el padre de Christian Horner ( team principal de Red Bull ), quien tambien estaba invitado y viendo que no podría entrar le largó a la chica : " O invitan menos gente o se compran un barco mas grande", que teniendo en cuenta que este señor tiene el yate mas grande de Europa, tuvo gracia la cosa...
Otro aspecto no menos importante es que al no ir a las carreras, especialmente Mónaco y Silverstone, tendremos menos oportunidades de vender hermosos cuadros de F1, que allí se vendían muy bien, y por lo que la famosa crisis atacará tambien por aquí, y muy a mi pesar...
Resumiendo, hoy cuando miraba los entrenamientos por la tele, pude ver como hay dos edificios nuevos que harán aún mas agobiante para los pilotos este circuito. Me encontré mirando por la tele si había cambios de un año a otro, y ahí me di cuenta que este año extrañaré no estar allí, sólo espero ver una buena carrera por la tele, que tratándose de Mónaco bien puede ser a pesar de lo lento, angosto y revirado del trazado, siempre en Mónaco pasan cosas inesperadas, y pasarán aunque lo mire desde Barcelona...snif, snif...Nos preparamos para ver el circuito mas guapo del mundial, o no?
El ex pintor monegasco
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