miércoles, 9 de septiembre de 2009

Viva la pintura!!

Estaba yo intentando pintar un cuadrito de una señorita, muy buena ella, en mi intento de salirme de sólo pintar coches y cosas "duras". Había estado buscando referencias en otros pintores, y de todos ellos elegí al bueno del Robert Heindel, un auténtico hijo de puta ( con cariño, eh!! ) que siempre me encantó con sus hermosos cuadros sobre Ballet. Es tan climoso, tan buen pintor, esas gamas de colores, esa atmósfera que siempre tienen sus cuadros...
Me busqué varias cosas de él, y me dispuse a pintar algo "a lo Heindel". Despues de tantos años de profesión, podría acercarme a algo que me gusta, en mi intento de lograr una manera de pintar minas.
Empecé bien, con colores distintos a los que uso habitualmente, pero con todo controlado y escuchando blues. Todo estaba en orden y no podía fallar...
Apliqué en principio el viejo truco de las chorreadas, que tan buen resultado me dieron en los cuadros de músicos, y la cosa iba fluyendo mientras sonaba Sony Terry&Brownie McGee, Menphis Slim, Jimmy Whiterspoon, o Clapton. La cosa se empezó a torcer de a poco cuando llegué al "lomo" de la chica en bolas, simplemente lo que pasaba era que estaba pintando con diferentes colores, y estaba muy incómodo. El cuadro me iba ganando 1-0, pero quedaba mucho partido...
Lejos de ir mejorando la pintura de mierda, empeoró, y mucho. No daba pié con bola con nada, se me empezaron a perder las formas, no daba con la luz, los colores iban para donde querían. Desastre absoluto !!!
Otro gol, 2-0
Como bien sabéis no soy un tipo violento, o que pierda los nervios muy seguido o facilmente, pero me empezó a subir una cosa por dentro, que hubiera tirado la pintura por la ventana. Llevo muy mal que algo que pinto no me guste, y éste sería tema de terapia psicológica...¿Es que me creo infalible?, ¿Por qué me jode tanto fracasar con una pintura?, ¿Tan poca seguridad tengo? El terapeuta dirá algo algún día...no de momento.
La cosa interior indefinida se transformó en una mala hositia descomunal, le contestaba a los gritos a Anna, daba vueltas como un perro enjaulado, fumaba y me cagaba en todo y en todos. Estaba furioso y frustrado, me estaban cagando a goles...
De no haber estado lloviendo me hubiera ido a dar una vuelta para calmarme un poco, estaba hecho un imbécil absoluto, y todo porque una pinturita no me estaba saliendo como yo quería. No podía siquiera parar un poco, como hice tantas veces, respirar profundo, sentarme delante del cuadro y tratar de tomarme las cosas con calma y tal vez reírme un poco de la situación, viéndome como un enfermo de una rabia muy tonta, cuando no es para tanto.
Mientras sonaba Lightning Hopkins, la cosa llegó al extremo de sacar el cartón del caballete con la intención de romperlo en mil pedazos y tirarlo a la mierda. A grandes problemas, grandes soluciones, aquel puto cuadro no tenía salvación, la había cagado como nunca, y estaba de un furioso que no se me podía hablar siquiera. Me habían encajado 5 goles, cuando yo pensaba que era un partido fácil, donde disfrutaría ... Mierda!!!
A pesar de todo, me pude calmar un poco y del análisis siguiente salió una idea que no estuvo nada mal. Tengo que asumir que no sé pintar con contrastes bajos y colores tan suaves, a lo Heindel...
Defecto de pintar coches y cosas así de bestias, mis colores son mas saturados y contrastados.
Que el Heindel se vaya a la mierda !!! No puedo pintar así, él si porque es él, pero yo soy yo, coño!!!
Recurrí al viejísimo truco de ponerme a los Rolling Stones en directo, y a todo volumen. Normalmente funciona como una especie de extraña droga, que me pone en estado de las mejores cosas, son mi medicina cuando estoy un poco falto de ganas, me ponen a los Stones y todo cambia, me empezó a subir una cosa, pero muy diferente a la anterior...
Casi sin pensarlo, y con la espátula en la mano, le empecé a meter colores mas bestias, y a lo bestia... Eso necesitaba el cuadro, pintarlo como yo pinto, perderle el respeto, darle de hostias hasta que se rinda. Cambió todo en un momento y los colores, mis colores empezaron a aparecer, subió el contraste y me empecé a sentir "en casa", mientras mis amigos los Stones me empujaban a darle cada vez mas espatulazos a la cosa.
Poco a poco lo fuí domando, y cuando terminó el disco del concierto en USA-81, el cuadro ya era algo mío, algo que tenía una identidad que reconocía como propia.
Finalmente fue todo sobre ruedas y pude terminarlo ésta misma noche pintando ya con luz artificial. Por buscar un símil, fue como ir perdiendo 5-0 y en el segundo tiempo meter 6 goles!!! O remontar en tenis un último set que todo el mundo daba por perdido, incluso yo...
Posiblemente no sea la mejor pintura que hice, y mucho menos, que puedo hacer, pero me dejó claro una cosa que no entiendo bien como la pude olvidar. Cada persona pinta de una manera diferente, propia e intransferible. Se le pueden robar cositasas a otro pintor, te puedes aproximar, tomar algo como referencia, pero no se puede pintar como aquél que uno admira mucho, o mucho me gusta. Yo solo puedo pintar como me sale, es algo que llevo incorporado, para bien o para mal, pero que es mío y que no puedo evitar que salga, que se manifieste. A veces irá en mi contra porque no puedo llegar a cosas que me gustan mucho, pero  la mayoría de las veces irá a mi favor, porque es mi manera, llamémosle estilo o yo que sé, pero es mío y me sale aunque no quiera. Será nuestra especial manera de relacionarnos con los colores, con los materiales, nuetra visión de las cosas, y nuestro gusto. Y sobre gustos...
Supongo que es algo así como la manera en que cada uno de nosotros camina, o nuestra voz, se puede fingir o imitar, pero tarde o temprano saldrá nuestro paso peculiar, o nuestra verdadera voz.
Somos éso, coño!!!
Y yo soy ése, el que pudo dar vuelta una pintura perdida gracias a ponerme a pintar como yo pinto, con mis pinceladas, con mis colores, con mi manera. Ya sé que mas de uno dirá...¿Pero éste no sabía ya ésto? Pues si lo sabía, pero solo que a veces uno se piensa que puede, y la caga.
La gran enseñanza del día de hoy es que pude comprobar en mi propia piel, que no sirve de nada ponerse a pintar intentando paracerse a alguien, sólo hay que intentar  parecerse a uno mismo, es lo único que podemos hacer, y por otro lado, lo mejor que podemos hacer. Hay que reconocer que, para bien o para mal, yo solo puedo pintar a mi manera, y cuanto  mas así sea, mejor. Si bien siempre mis amigos Stones me sacan de malos momentos, trataré en el futuro superar de mejor manera la frustración de no poder superar los propios límites, en cada momento en que me pongo a pintar. Supongo que éso ocurre porque quien pinta, tiene en cada cosa que hace una parte suya, y la pintura que se tuerce es como si uno mismo se torciera, yo soy la pintura, y la pintura soy yo. Es algo personal, es una parte de mi, y por éso me toca tan profundo, para bien cuando me produce estados de euforia total, o para mal como hoy, que estaba totalmente furioso por el mal resultado.
Si bien hoy pasé malos momentos, me gusta comprobar como el hecho de pintar puede cambiar de tal manera tu estado de ánimo, de la desesperación a la euforia en cuestión de horas. Y la verdad, haciendo la cuenta me salen muchas horas muy felices, eufórico a veces, y todo éso gracias a tener la suerte de pintar. A pesar de tomármelo como algo tan personal, soy un gran afortunado por hacer lo que hago y no lo cambio por nada del mundo.
Viva la pintura !!! , y Feliz Navidad para todos.
*Aún no tengo la foto de la pintura en cuestión, ...próximamente, vale?

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