miércoles, 18 de agosto de 2010

LAS PUTAS VACACIONES


   Hace ahora mas de 22 años que dejé mi Buenos Aires querido para quedarme a vivir en España.
   Siempre sostuve que si uno viene de Bs.As. a vivir a Barcelona, se encontrará como en casa muy facilmente. Yo tuve mucha suerte con la gente que me encontré por el camino en aquellos primeros tiempos, y que entre muchos otros hicieron que considere mi casa esta ciudad.
   Hablar el mismo idioma es clave, aunque el recién llegado siempre encuentra algunas cosas que son diferentes de su lugar de origen. Me llamó mucho la atención la cantidad enorme de bares que había por todos lados, y que al estar todos trabajando bien me enseñaron que por aquí se bebía bastante mas que en mi ciudad natal. Otra cosa sorpresiva fue el hecho que la gente paraba dos horas al mediodía para comer, que para mi costumbre de disponer solo de una me parecía mucho tiempo, pero lo mas llamativo era que la gente tenía un mes de vacaciones. Un mes entero!!!
   Indudablemente fuí acomodándome a estar en el primer mundo, y éste no era mas que uno de  tantos beneficios de la parte rica del mundo. Un buen día escuché que mucha gente que se pegaba unas vacaciones espectaculares en Bali, el Caribe, Egipto, etc, resulta que sacaban créditos para pagarse tales festines en Agosto, lo que siempre me pareció un disparate.
   Me llamó mucho la atención porque siempre conviví con gente que si  no tenía dinero para unas vacaciones en la playa, pues se quedaban en su casa y se aguantaban el calor de la ciudad. Se jodían, en una palabra.
   Esta era la característica de un país donde todos vivíamos al día, y digamos que si bien todos lo intentábamos, finalmente los que se iban a Mar del Plata a dorarse la panza eran los que tenían guita para ello.
   En mi caso me consta haber ido con mis padres de vacaciones cuando yo era tan pequeño que ni me acuerdo, y sólo lo sé por las fotos que ví, pero durante toda mi infancia mis veranos fueron jugar a la pelota en la calle con los otros chicos del barrio, que tampoco se iban a ningún lado. En aquel barrio no había veranos de calles desiertas, sino mas bien gente que sacaba la silla a la acera para tomar el fresco. La playa, ni por asomo...
   La conclusión es que por falta de pasta me acostumbré en el barrio de La Paternal a no sufrir por no poder irme a algún lado, y mucho menos un mes, allí eran dos semanas y no te quejes de tu suerte. A pesar de este contratiempo de no tener guita para vacacionar en familia, recuerdo esos veranos como los mejores de mi vida. En aquellos años entre los diez y los diecisiete años nadie se aburría, y los chicos nos divertíamos con cualquier cosa, y sobre todo gratis !!
  Por ésto el contraste fue notable con la europea Barcelona, donde la gente huía despavorida cada Julio y Agosto como si alguien los persiguiera. Veranos de calles vacías de coches y gente, y los que se quedaban trabajando lo  hacían con una pachorra y un mal humor que mejor sería que ellos también estuvieran en la playa.
   La cosa es que en mis tiempos del Solo Moto las vacaciones eran ya una disputa varios meses antes del verano, puesto que la revista tenía que seguir saliendo cada semana, discutir y repartirse las vacaciones era un espectáculo digno de verse.
   ¿Que hacía yo? Pues, como soy un pelotudo responsable y sabiendo que en Septiembre empazaban una larga lista de eventos y carreras organizados por la empresa, y que cada uno de ellos necesitaba un poster pintado por mí, me pasaba los veranos trabajando porque si yo me iba ¿quién era el valiente que pintaba los carteles? Por éso lo de pelotudo responsable, y sin que nadie me lo pidiera yo mismo decidia quedarme sufriendo los calores barceloneses. De responsable y trabajador que es uno...
   No me quejo porque yo lo decidí así, pero lo que me jode es que encima nadie reparó jamás en que pasaba que los carteles estaban todos listos y preparados en fecha para cada evento. Nadie se fijó que había un pelotudo responsable que calladamente se comía las vacaciones en verano con la tonta idea de tomarse unos días en meses venideros. Casi  nunca me los tomé, por supuesto.
   Hay que decir que debido a mi costumbre argentina de no hacer vacaciones por falta de pasta en aquellos años, no sufría la histeria colectiva de los catalanes ante el verano, podían llegar a matar por su Agosto playero, y éste era un rasgo que siempre me llamó la atención.
   Pasada la época del Solo Moto sin vacaciones veraniegas, vinieron tiempos jodidos donde si no me fuí a algún lado fue nuevamente por la falta de pasta para ello, hasta que empecé a trabajar con los ingleses y vinieron los años de vacas gordas.
   Allí no era problema el dinero, sino la falta de tiempo para pintar todos los cuadros que mi éxito como pintor de coches recién llegado me exigía.
   Teniendo una exposición en Mónaco cada año en Mayo, y otra grande en Noviembre en Londres, de mas está decir que los Agostos me los pasaba pintando para tener listos los cuadros a finales de Septiembre y mandarlos a Inglaterra con tiempo suficiente para enmarcarlos, fotografiarlos y catalogarlos.
   Sumado ésto a mas de una carrera de F1 en Junio o Julio, mi tiempo para pintar era el caluroso Agosto en la vacía Barcelona.
   Como ya tenía un antecedente peligroso de ser un pelotudo responsable, sobra decir que también me quedaba en la ciudad trabajando cuando todo ell mundo estaba fuera  rascándose la panza.
   Como todos los trabajos, el mío tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, y una de ellas es que cuando cae la época de presentar cuadros hay que hacer las cuentas de los cuadros a pintar y los días disponibles.
   A veces, o muy a  menudo en mi caso, pasa que una vez hechas las cuentas no queda otra que ponerse a pintar a fondo, todos los días durante meses, porque sino no se llega a tiempo. Este año me vuelve a pasar con cuadros para presentar en Septiembre y en Novienbre.
   Tantos años han pasado y estoy donde empecé cuando era un crío, sin vacaciiones y lo que es peor sin jugar  a la pelota en la calle de lo mas despreocupado. Cuenta a favor el hecho de que estoy acostumbrado y no lo sufro, y también que estaré trabajando en algo que es mi pasión desde siempre, y gracias a ello lo llevo muy bien. Pero que quede claro que yo también tengo capacidad y ganas de estarme en la playa un mes entero bronceando mi pancita.
   Este año todo se juntó, las pinturas a hacer, las fechas, y también la puta crisis que nos tiene a todos con menos guita de la deseada.
   A los que puedan disfrutarlas, FELICES VACACIONES, cabrones!!!

1 comentario:

  1. Hola JCF. Ayer escuchaba en la radio a un piloto de vuelos internacionales que comentaba lo duro de los viajes, los cambios de horario, las noches en vela, desestimando la idea bucólica que todos tenemos del tipo que viaja a todo el mundo, conoce lugares y gente nueva a cada rato, y, de paso, hace algún buen dinero.
    Yo soy artista aficionado despegando lentamente hacia el mundo profesional, y siempre imaginé que vivir del arte sería lo mejor que me podría pasar. Leyéndote, exposiciones en Mónaco, en Londres, pintando para llegar a tiempo con las entregas, me parece que refuerzo mi idea: vivir del arte debe ser INCREIBLE.
    Entiendo el esfuerzo que se requiere, por supuesto, pero no imagino mejor modo de ganarse la vida, dibujando, pintando, recibiendo encargos y pedidos de tipos a los que le gusta lo que hacés, si es necesario pasar días y meses dàndole con ganas a la tela. Espero llegar a eso en algún momento, dentro de no demasiado tiempo, y que podamos seguir esta conversación entre pares.
    Mientras tanto sigo disfrutando de tus cuadros, que no sólo son técnicamente impecables, sino que logran, creo yo, lo más difícil en el arte: ser personales.
    Te mando un fuerte abrazo porteño.
    Pablo

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