lunes, 21 de septiembre de 2009

Impresiones porteñas

Normalmente en esta página cuento mis aventuras por los circuitos del mundial de F1, pero ésta vez como mi “temporada pictórica 2008” comienza en el GP de España, me voy sacando el mono de escribir contando mis aventuras , pero esta vez de vacaciones y disfrutando de una mes entero para visitar mi ciudad natal, Buenos Aires.
Siempre suelo decir que yo no necesito vacaciones porque dedicándome a pintar cuadros de coches, en realidad mi trabajo es tan placentero, que no necesito descansar como el resto de seres humanos.
Acostumbro a tomarme mis viajes de 4 o 5 días a los GP de F1 como pequeñas vacaciones, aún siendo realmente viajes  de trabajo, pero reconozco que este año sí sentí la necesidad de parar un tiempo, estaba saturado de tanto cuadro, de mas de 10 años sin parar, despues de trabajar mucho para la última exposición de Londres en Noviembre 2007, y finalmente como  el resto de los mortales necesité parar.
Decidí hacerlo de mediados de Enero a mediados de Febrero, coincidiendo las fechas con el verano austral, el cumpleaños de 15 de mi sobrinita porteña, y una exposición programada en el Café Módena de Buenos Aires. Volvería a mi ciudad donde viví los primeros 28 años de mi vida, y volvería despues de 10 años sin poner mis pies por allí, mucho tiempo...
Llegué con pasaporte español, como un “gallego” de turismo despues de un viaje que parecía no terminar nunca, y casi sin dormir. Debido a mi estado somnoliento aguanté estoicamente y sin perder los nervios la primera cola en migraciones, que tomó alrededor de una hora, y recordé rapidamente porqué yo mismo llamaba a Argentina el país de las colas.
Mi amigo Reinaldo me esperaba tambien estoicamente a las 3 de la madrugada del otro lado de la puerta, y gracias a su hospitalidad pude dormir en una cama de verdad, que ya necesitaba.
Por el camino ví mis primeros Peugeot 504, Ford Taunus, Ford Falcon y cupés Chevys, y tantos coches que hacía años no veía, y por supuesto que de noche y despues de 10 años reconocí muy pocos lugares, obviamente todo estaba muy cambiado...
No entraré en detalles que no vienen a cuento, pero mis primeras impresiones de la ciudad fueron que estaba todo mas guapo que antes, y sobre todo había unos árboles enormes por todos lados, que hacía mas irreconocible todo para un galleguito recién llegado. Mis primeros días fueron de familia, cumpleaños de la sobrina y nada carreroso pasó en el inicio de la visita, pero ya tuve la oportunidad de ver otros lugares que me hicieron pensar que otras cosas en el país no marchaban muy bien, empecé a ver algunos síntomas de pobreza que se mezclaban con la ostentación de potentes 4X4, y lujosas casas llenas de rejas, alarmas y perros amenazantes. Empecé a darme cuenta que la seguridad en aquella ciudad era preocupante para muchos.
Pero volvamos a los eventos relacionados con los coches. Finalmente se hizo la exposición en el Café Modena de Bs.As., y coincidió con un homenaje a Froilán Gonzalez rememorando su victoria en las 24 Horas de Le Mans.
El lugar estaba repleto de gente, y el acto fue muy positivo para la recientemente creada asociación Auto & Arte, que reúne pintores argentinos dedicados al tema del motor, entre los que me encuentro junto a Jorge García, De la María, y Ferrayra Basso, entre otros. Fue una linda noche de reencuentro con mucha gente  conocida y que hacía 20 años no veía, todos los relacionados con los coches allí estaban escuchando como Froilán contaba aquella carrera, o escuchando como este humilde pintor pasaba verguenza discurseando sobre mis exposiciones en la F1. Pasado este mal rato, todo fue muy agradable charlando  con la gente entre cuadros, y un par de imponentes Ferraris que adornaban el enorme salón.
Valió la pena el viaje para reencontrarme con tantos amigos y tambien para comenzar a organizarnos para que Auto & Arte sea bien conocida por todos los amantes del motor en Argentina.
Noté tambien que el automovilismo sigue siendo un deporte muy popular, obviamente por detrás del sagrado fútbol presente a toda hora en la televisión. Vi carreras de turismos, de TC-2000, una especie de DTM porteño, y tambien del popular Turismos Carretera. Creo que las carreras de coches siguen siendo lo que fueron siempre en aquél país, y la gente las sigue con el mismo interés. Me alegró mucho comprobarlo.
De las cosas que me llamaron la atención en mi visita está la constatación de que conducen como locos, muchos no respetan los carriles marcados en las avenidas, los autobuses siguen siendo los reyes de las calles imponiendo su mayor volúmen, y nosotros los peatones somos algo que no queda mas remedio que esquivar a toda velocidad. ¿Los intermitentes antes de girar?, solo algunos se lo plantean...
Todo ésto hizo que mi paseo por el centro terminara con un dolor de cabeza debido a lo ruidosa que es Bs.As, mucho mas que Barcelona, que ya lo es. Pero con unos árboles...
En el apartado femenino ( o sea las minas )volví a recordar que las argentinas están buenas de verdad, tal vez porque van mas ajustadas en su vestimenta, tal vez porque se arreglan y pintan mas que en Europa, o tal vez porque están buenas sin mas análisis...Mas de una vez mi asombro ante algunos ejemplos femeninos hizo que volviera mi cabeza, como sin poder creer lo que veía, luego pasada la distracción volvía a concentrarme y a admirar los frondosos árboles de Bs.As....
Comí todo lo que me volvía loco, especiamente carne de vaca de las pampas, las golosinas de mi infancia, tomé mate, y comí mucha de la mejor pizza del mundo, que sin ninguna duda es la porteña...
Encontré la ciudad en general  sucia y descuidada, como si nadie tuviera el mas mínimo interés de hacer entre todos un lugar mas vivible y soportable. Me dió la impresión de que cada uno va a lo suyo, y los demás que se joroben, total por un papel en el suelo...
Me reencontré con las inabarcables librerías de Corrientes donde revolví a gusto y compré algunos libros, me sorprendí por los baches enormes y eternos de la ciudad que nunca se arreglan, vi algunas plazas públicas cerradas con rejas, pero con unos árboles tan espectaculares..., y sobre todo mucho temor en la gente por la ola de inseguridad ciudadana que hace a todo el mundo mas desconfiado de todo y de todos.
Lo mas sorprendente  fue el demencial sistema de pago de los autobuses urbanos, colectivo o bondi, según quien lo mencione. Aquellas maquinas de  monedas funcionan fatal, se pierde mucho tiempo para obtener el boleto, y sobre todo se da la situación de que si no tienes monedas no viajas !!
Una vez superada mi sorpresa inicial, ví que no era broma, y ví lo difícil que era hacerse con monedas en una ciudad donde todo el mundo lucha por ellas. Escuché nuevamente el tan familiar ¿No tenés un peso, flaco? o ¿No tenés mas chico? cuando sacaba un billete para pagar. La lucha por las monedas es una preocupación diaria mas que soportan los habitantes de la ciudad.
Altísimo nivel de helados, me comí unos cuantos debido al sofocante calor que hizo algunos días, mientras iba tratando de desentrañar el misterio de como algunos coches en estado lamentable, aún funcionan. Los hay sin luces, sin parrilla, oxidados o con ruedas “danzantes”.Se mezclan con modelos nuevos y potentes deportivos, que tambien los hay...
Los moteros van sin casco, y algunas veces de a tres encima de una moto, en los cafés de Corrientes ya no se puede fumar, con lo que supongo que aquel ambientillo intelectualoide de alguno de ellos habrá cambiado un poco. En general es la misma ciudad que conocía, hay cosas que no cambian, su gente sigue siendo amistosa y con gran sentido del humor, pero esta vez vI una ciudad que por momentos se parecía a La Habana, y otros a la parte mas elegante de París, todo mezclado, todo al mismo tiempo, la camioneta semidestruida junto al mas exclusivo BMW, la Villa Miseria ( barrio de chabolas ) a 500 metros del Hotel Sheraton, es tal cual como dice el tango,  La Biblia junto a un calefón.
De esa rica mezcla provengo, aunque despues de 20 años en Barcelona, reconozco que  si bien disfruté mucho los días que estuve allí, creo que me sería imposible adaptarme a Bs.As otra vez. Viviría indignándome con cada cosa que pasa, aguantando colas, malas caras, abusos varios, mientras los porteños dirían el consabido “Y...que le vas a hacer...” , que yo tambien pronunciaba con resignación hace 20 años.
Lo que mas me tocó de lo que ví fue comprobar la fractura social que existe entre la gente. Podría decirse que los ricos están atrincherados en sus barrios cerrados con seguridad privada, los comerciantes vendiendo a través de rejas, gente con muchos problemas para llegar a fin de mes, y otra gente viviendo de recoger cartones en el centro, los famosos “cartoneros” que se ven por todos lados, y sin contar con los que encuentran mas rápido salir a robar, que los hay y  muchos, según te cuenta la gente.
Toda mi vida caminé por esa ciudad sin tener el mas mínimo síntoma de inseguridad, disfruté de ese ambiente que tal vez cambió para siempre, pero le reconozco a Buenos Aires que me regaló una infancia y juventud muy feliz, me enseñó a disfrutar con muy poco, a charlar conlos amigos tomando un café, a pasear por la ciudad cuando no tenía un duro en el bolsillo, y tal vez por éso ahora que vuelvo despues de tantos años, recobro aquella simpleza y me quedo extasiado admirando la belleza de sus árboles. No visité la parte mas nueva y exclusiva, quería reencontrarme con la ciudad que yo conocí, con la que tendré algo que ver para siempre.
Es que a pesar de todo lo negativo que pude relatar, uno le tiene cariño a esa ciudad, y reconozco que tiene algo que enamora, al menos a mí..
. Seguro no pasarán otros 10 años hasta que vuelva, reconozco que la echaré de menos mucho antes. En un rincón de mi corazón siempre seré aquel chico del barrio de La Paternal que tanto callejeó y divirtió en esa calles, y conservaré para siempre todo lo bueno que Buenos Aires y su gente me dió y enseñó.
Y que árboles... !!!

EL GALLEGO PORTEÑO

No hay comentarios:

Publicar un comentario